1- Evolución histórica del vino (desde los primeros pobladores hasta la actualidad).
La producción y consumo de vinos de Argentina se remonta a más de cuatrocientos años, cuando los primeros especímenes de "vitis vinifera" fueron traídos a América por los colonizadores españoles a comienzos del siglo 16.
Los sacerdotes católicos que llegaron a estas tierras establecieron viñedos cerca de sus monasterios, para poder asegurar el vino necesario para celebrar la santa misa.
Favorecido por las óptimas condiciones climáticas y del suelo, la "vitis vinifera" comenzó un desarrollo total y acelerado, especialmente en las regiones cercanas a Los Andes.
No existen datos exactos sobre la fecha de implantación de los primeros viñedos en Mendoza y San Juan, aunque algunos historiadores opinan que se realizaron primero en esta última provincia, entre los años 1569 y 1589.
Durante el siglo 19, los inmigrantes europeos trajeron nuevas técnicas de cultivo y otras variedades de cepas, que hallaron en Los Andes y el Valle de Río Colorado, el hábitat ideal para su crecimiento.
A fines del siglo 19 la construcción del ferrocarril y el asentamiento de inmigrantes europeos con vasta experiencia en la elaboración de vinos produjeron la expansión de la industria vitivinícola como industria nacional.
Cabernet, Malbec, Pinot, Semillon, Merlot y Chardonnay descubrieron condiciones ideales y prosperaron rápidamente, originando los primeros vinos finos argentinos. Este desarrollo incluía la elaboración, con el método champenoise, de espumantes de una sutileza y exquisitez extraordinaria.
En resumen puede decirse que la Vitis vinífera llegó a la República Argentina a mediados del siglo XVI. De un modo u otro, los conquistadores y colonizadores, soldados o sacerdotes, no imaginaron que habían puesto la piedra fundamental de una gran industria que con el tiempo transformaría esta región, conocida en aquel entonces por su aridez, las montañas abruptas y la soledad inhóspita en que vivían esos austeros pueblos, en verdes y extensos oasis.
2-¿Cómo se cuida la viña?
El cultivo del viñedo exige numerosos trabajos y cuidados durante todo el año. Nada más finalizar la vendimia, el terreno cultivado demanda limpiar y arar la tierra para que se airee.
El invierno es la época indicada para la poda. La cepa sólo conserva los sarmientos del año anterior y no se aprecian ni hojas, ni flores, ni frutos. Es necesario suprimir los sarmientos del año anterior y sólo se conservan las yemas que establece la normativa de cada Consejo Regulador, que en el caso del Rioja varía entre 10 y 12 yemas por cepa.
En primavera se vuelve a arar y remover la tierra. Es el momento en el que comienzan a salir nuevos brotes, de los que se eliminarán los que no sirven y los que salen por debajo del injerto. Durante la primavera, las vides florecen y son polinizadas. Comienzan entonces a formarse los granos de uva. A finales de primavera se vuelve a arar la tierra.
La época de verano es propicia para arrancar las malas hierbas y tratar las viñas contra posibles enfermedades. Los granos de uva engordan paulatinamente y su color varía del verde brillante a un rojo pálido -en el caso de las tintas- y amarillo claro, en las variedades blancas.
Una vez que la uva alcanza al grado óptimo de maduración -a comienzos del otoño- se procede a la vendimia, la época del año de mayor trabajo y en la que toda la zona del vino de Rioja inicia una frenética actividad”.
3- En la bodega: ¿cuáles son las etapas en el proceso de vinificación?
Una vez llegada a la bodega, la uva es descargada en una tolva, donde una máquina llamada descobajadora se encarga de separar los granos de uva de la parte leñosa del racimo. Luego pasa a los rodillos que rompen el hollejo liberan do el jugo, pero de manera no violenta y sin romper las se- millas, ya que éstas pueden transmitir gustos desagradables.
A la salida de los rodillos, el total de la vendimia (jugo y pieles) es enfriado para conservar la materia prima óptima y evitar la evaporación de sustancias aromáticas.
Luego el mosto es transferido a una prensa, que mediante suave presión extrae la casi totalidad del jugo, quedando retenidos los hollejos y demás partes sólidas. El jugo ingresa entonces a los tanques de fermentación donde permanece a temperaturas controladas durante todo el proceso, hasta que toda el azúcar se ha transformado en alcohol. La fermentación de vinos blancos dura aproximadamente unos siete días.
En esta etapa, la apariencia del vino dista de ser atractiva, ya que todavía tiene en suspensión partículas vegetales y restos de la fermentación. Las turbiedades son eliminadas por sedimentaciones, clarificación y filtrado, que son llevados a cabo con modernos métodos que no dejan resabio alguno en el vino.
El vino, brillante y biológicamente estable, está listo para ser embotellado. Las botellas nuevas son objeto de un lavado en máquina, secado por aire caliente y posterior barrido del aire en su interior con gas carbónico. La llenadora automática introduce en la botella la cantidad justa de vino, coloca el tapón de corcho natural y el capuchón metálico, transfiriéndola luego a la etiquetadora. Luego colocadas en cajas, las botellas están listas para su despacho al consumo.
4- ¿Cómo se introdujo la vid en nuestro continente y más específicamente en Mendoza, Argentina?
La vid llego a Mendoza, junto con la gente que acompañó a Pedro del Castillo, que venia de una región eminentemente vitivinícola como era Chile en su momento. Destacó que el conquistador era nativo de Soria, una de las regiones vitivinícolas más importantes de España. Según se afirma, a mediados del siglo XVI los conquistadores llevaron a Cuzco (Perú) las primeras plantas de vid de la especie vitis vinífera, ideales para la elaboración de vinos. Desde allí fueron conducidas a Chile, en 1551, y luego introducidas en Argentina gracias a las colonias españolas.
5- ¿Cómo se fueron perfilando los cambios tecnológicos a lo largo de la historia, que incentivaron el desarrollo de la vitivinicultura mendocina?
La vitivinicultura en Mendoza tiene una larga tradición que se remonta a los tiempos fundacionales. Los conocimientos sobre el desarrollo de esta actividad en los tres primeros siglos de la ciudad han dado lugar a que esta época fuera considerada de menor relevancia vitivinícola.
En los siglos XVII y XVIII, ha sido revelada la existencia de un importante desarrollo de la producción de vinos finos, así como un proceso de avances tecnológicos que benefició esta actividad. De la básica bodega doméstica, en la zona rural de la ciudad, se dio paso a construcciones más específicas destinadas a la fabricación de vinos y aguardientes.
Desde esta perspectiva, se puede descubrir cómo fueron los edificios de las bodegas mendocinas y sus instalaciones; qué formas recibieron, con qué materiales fueron construidas, cómo funcionaron y se relacionaron con los otros edificios rurales, cuáles fueron sus anexos, qué relación tuvo la bodega con la ciudad y el mercado.
6- ¿Qué diferencias y similitudes existen entre una bodega tecnificada y una bodega artesanal?
La diferencia entre una bodega artesanal como es la de Cavas de Don Arturo y una bodega tecnificada como la Bodega López, es que en la primera se elaboran mucho menos cantidades pero con mucha calidad, también la inversión de capital es mucho menor, ya que las instalaciones son de menor tamaño y menor maquinarias. En las Cavas de Don Arturo, se utiliza mucha mano de obra del hombre y las uvas se elaboran en sus fincas y son extraídas una por una ya que también no necesita grandes cantidades. En las Bodegas López se requiere mucho mayor capital, mayores instalaciones, y también se requiere mucha inversión a medida q pasa el tiempo para el mantenimiento (barriles, toneles, limpieza, maquinarias, etc..
7-¿A qué se denomina vitivinicultura orgánica, cómo se desarrolla en Mendoza?
La vitivinicultura orgánica significa que no se utilizan productos químicos para la cosecha de la vid. A diciembre de 2007, Mendoza contaba con 221 productores orgánicos, correspondiendo aproximadamente un 80 % a viticultores
Dentro de Cuyo, la provincia de San Juan contaba con 59 productores orgánicos, con un 85% de viticultores. Con algunas plantaciones en Catamarca, Salta, Neuquén y Río Negro, se completa el panorama productivo orgánico en la Argentina.
8- ¿Qué normas se deben tener en cuenta para controlar la calidad en la producción?
Las normas que se implementan son las ISO 9001 a 2000.
9- ¿Qué función cumple el Instituto Nacional de Vitivinicultura y el INTI?
El instituto Nacional de Vitivinicultura fue creado en el año 1.959 mediante la Ley Nº 14.878 –denominada Ley General de Vinos- sobre la base de la ex Dirección de Vinos y Otras Bebidas, como Organismo competente para entender en la promoción y el contralor técnico de la producción, la industria y el comercio vitivinícolas.
El INTI se ocupa de difundir información con la finalidad de que la comunidad tome conocimiento acerca de que los productos de consumo masivo deben cumplir con normas de calidad y seguridad, permitiéndoles realizar una mejor elección en resguardo de su bienestar y propendiendo a un mejor nivel regulatorio por parte del Estado.
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